En muchos países de Europa, el derecho a protestar está siendo restringido de formas que no imaginábamos posibles. Fuerzas de seguridad abusando de su poder, leyes que limitan las manifestaciones... Esta es una alerta urgente: lo que está en juego es nuestra libertad misma. Descubre cómo nos están callando y por qué no podemos quedarnos de brazos cruzados.

Marcha del Orgullo en Ámsterdam.© Amnesty International