En respuesta a la decisión del gobierno estadounidense de vetar un borrador de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide un alto el fuego inmediato en los territorios ocupados de la Franja de Gaza, la libertad de los rehenes y el “levantamiento inmediato e incondicional de todas las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria”, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, ha declarado:
“Este último y vergonzoso veto de Estados Unidos —el más reciente de una larga lista— da a Israel luz verde para continuar su genocidio palestino en Gaza. Permite a Israel seguir matando de hambre a la población civil palestina y crear unas condiciones de vida concebidas para destruirla”.
“Estados Unidos ha desaprovechado otra oportunidad crucial para exigir que Israel ponga fin al derramamiento de sangre de civiles. ¿Qué posible justificación puede haber para bloquear una acción del Consejo de Seguridad de la ONU que podría ayudar a poner fin al espantoso hambre y sufrimiento, liberar a los rehenes y levantar las asfixiantes restricciones israelíes?”
“Están en juego las vidas de más de dos millones de palestinos y palestinas: bebés, niños y niñas hospitalizados por síntomas de desnutrición; decenas de miles de niños y niñas que se van a dormir con el estómago vacío; familias que pasan semanas sin poder acceder a harina; madres demasiado desnutridas para dar de mamar a sus bebés; niños y niñas heridos privados de suministros necesarios para salvarles la vida; y padres demacrados y muertos de hambre caminando durante horas en condiciones inhumanas para recoger un paquete de comida, sin saber si regresarán a casa con su familia.”
“Como potencia ocupante, Israel tiene la obligación clara, en virtud del derecho internacional, de garantizar que la población del territorio que controla tiene adecuado a alimentos, medicinas y otros suministros esenciales para su supervivencia. Se ha negado reiteradamente a hacerlo. Todos los Estados, incluido Estados Unidos, tienen la obligación de impedir el genocidio, cooperar para ponerle fin y castigar a los perpetradores.”
“El recién establecido programa militarizado de ayuda humanitaria de Israel, gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza (respaldada por Estados Unidos), no es la respuesta, pues es contrario a los principios humanitarios y el derecho internacional. El peligro, la ineficacia y absoluta depravación de este programa quedan dolorosamente claros cuando decenas de personas palestinas, muchas de las cuales son las únicas proveedoras de sus familias, han resultado muertas o heridas al tratar de acceder a alimentos. Lo único que servirá es el levantamiento de todas las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria.”
“Estados Unidos puede y debe desempeñar su papel y poner fin a esta catástrofe creada por el hombre, a la que ha contribuido. Debe detener de inmediato todas las transferencias de armas y ayuda militar, presionar a Israel para que levante todas las restricciones y ejercer presión para que todas las partes establezcan un alto el fuego. La supervivencia de 2,2 millones de personas palestinas en Gaza depende de ello.”