La decisión del gobierno británico de reasentar a algunas de las personas refugiadas sirias más vulnerables es un primer paso positivo y debe servir de estímulo a una acción más amplia sobre el reasentamiento por parte de la comunidad internacional, en especial los países europeos y los del Golfo. “El compromiso de Reino Unido de ofrecer lugares de reasentamiento a refugiados de Siria llega con mucho retraso, pero debería ser recibido en general como un primer paso positivo e importante”, ha manifestado Sherif Elsayed-Ali, jefe del Equipo sobre Derechos de Personas Refugiadas y Migrantes de Amnistía Internacional.
“La crisis cada vez más profunda de refugiados de Siria es uno de los peores desastres humanos de nuestros tiempos. Hasta el momento, la comunidad internacional no ha hecho frente a este desafío. Una manera de reducir el sufrimiento es que los países de todo el mundo abran sus puertas y compartan la responsabilidad de proteger a los refugiados, una responsabilidad que hasta ahora están asumiendo principalmente los países vecinos de Siria”.
Pese a que se han realizado algunos progresos respecto al reasentamiento de refugiados de Siria en Estados de la Unión Europea (UE), el número de personas refugiadas a las que la UE ha ofrecido lugares de reasentamiento sigue siendo una pequeña fracción de la enorme cifra de personas refugiadas: únicamente el 0,6 por ciento. Varios Estados de la UE aún no han ofrecido lugares de reasentamiento.
La cifra de reasentamiento de los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo Pérsico es aún más escandalosa: no han ofrecido ni un solo lugar de reasentamiento a las personas refugiadas sirias.
El número de estas personas asciende ya a más de 2,4 millones, de las cuales la gran mayoría han huido a los países vecinos. Sin que se atisbe el final del conflicto sirio, la crisis sigue aumentando. En diciembre de 2013 se emitió el llamamiento humanitario de la ONU para recaudar 6.500 millones de dólares estadounidenses con los que hacer frente a las crecientes necesidades de las personas refugiadas y de los 6,5 millones de personas desplazadas en el interior de Siria.
“Aunque proporcionar fondos a la región es crucial para ayudar a las personas refugiadas, el dinero por sí solo no basta en una crisis de esta escala y gravedad. Es preciso hacer más para brindar protección y refugio seguro a las personas más vulnerables, incluidas las personas refugiadas con necesidades médicas graves, las víctimas de tortura y violencia sexual, las personas ancianas y los niños y niñas. El ofrecer un número significativo de lugares de reasentamiento y isión humanitaria es esencial para abordar el sufrimiento generalizado al que se enfrentan los refugiados, y puede ser una medida que salve la vida de quienes corren más riesgo”, ha manifestado Sherif Elsayed-Ali.