Para Amnistía Internacional, el secuestro de Anoud al Senussi –hija del jefe de la inteligencia militar en tiempos de Gadafi, Abdallah al Senussi– cuando salía de prisión en Trípoli hace temer seriamente por la seguridad de ésta y plantea graves dudas sobre la capacidad de las autoridades libias de proteger a las personas que permanecen recluidas en prisión desde el conflicto armado de 2011. Anoud al Senussi fue secuestrada por agresores no identificados el día 2 de septiembre, a las 17.00 horas, cuando salía, escoltada por la policía judicial, de la prisión de Al Baraka (antes conocida como prisión Al Ruwaimi) en dirección al aeropuerto internacional de Trípoli. Tras su liberación, que las autoridades venían aplazando desde el día 8 de agosto para proteger su integridad personal, Anoud al Senussi tenía previsto reunirse con familiares y posteriormente viajar en avión a la ciudad de Sabha, en el sur de Libia. "Su secuestro pone en tela de juicio la capacidad de las autoridades libias para garantizar la seguridad de numerosas personas detenidas en relación con el conflicto armado de 2011. Es hora de que éstas den muestras de voluntad política a la hora de atajar los abusos de las milicias, y de que implanten el Estado de derecho, pues de lo contrario el sistema judicial seguirá siendo inoperante", afirmó Hadj Sahraoui, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el norte de África. “¿Cómo pueden afirmar las autoridades libias que se respetan las debidas garantías en los juicios y que se respeta la ley en los casos políticos más destacados y delicados cuando es evidente que no pueden garantizar la seguridad básica de las personas detenidas?” El lunes por la mañana, cuando Anoud al Senussi salió de la prisión de Al Baraka, un grupo de hombres enmascarados y fuertemente armados tendieron una emboscada al convoy de la policía judicial que la transportaba, compuesto por tres vehículos. Al parecer, efectuaron disparos al aire y posteriormente la secuestraron en un automóvil, cuyo paradero se desconoce. Según el Ministerio de Justicia, no hubo heridos en el ataque. De momento, no se saben los motivos del secuestro ni la identidad de sus autores. Por su parte, el ministro libio de Justicia, Salah al Marghani, comunicó ayer, en conferencia de prensa, que se habían emprendido investigaciones y que pedía a toda la población libia, incluidos los "revolucionarios", que colaborasen en la búsqueda de Anoud al Senussi. “Para la autoridades libias, debe ser absolutamente prioritario garantizar la liberación inmediata de Anoud al Senussi en perfectas condiciones de salud. Además, deben llevar a cabo una investigación independiente e imparcial sobre su secuestro y enjuiciar a los responsables", manifestó Hassiba Hadj Sahraoui. “Este nuevo secuestro y el desgobierno imperante en el país, no hacen sino poner en evidencia la incapacidad de las autoridades libias para juzgar con las debidas garantías casos políticos delicados, como los de Abdallah al Senussi y Saif al Islam al Gadafi, y demuestran hasta qué punto es necesario remitir esos casos a la Corte Penal Internacional”.
Un nuevo secuestro pone en evidencia la inoperancia del sistema de justicia
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