

Información extraída de nuestro informe "La situación de los derechos humamos en el mundo", abril 2025.
Se restringieron los derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica. La población cristiana fue perseguida por practicar su religión. Continuó disminuyendo el gasto del Estado en servicios sociales. Se detuvo y entregó al ejército de Myanmar a personas de ese país, que quedaron expuestas a sufrir violaciones graves de derechos humanos. Las respuestas del gobierno a la trata de personas siguieron sin ser adecuadas.
Información general
Con el telón de fondo de una persistente crisis económica, la deuda bruta del país continuó siendo elevada —equivalente al 108,3% de su PIB— y la inflación llegó a niveles máximos en junio, cuando alcanzó el 26,15%.
En junio, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos realizó una visita de un día a Laos y expresó preocupación por las repercusiones negativas de la ausencia de un “espacio cívico dinámico” sobre las cuestiones sociales, ambientales y de derechos humanos.
Tras las graves inundaciones y corrimientos de tierra causados por el tifón Yagi, que golpeó el norte y centro del país en septiembre, se calculaba que 204.500 personas necesitaban ayuda humanitaria.
Libertad de expresión y de reunión
Se sometió y recluyó arbitrariamente a participantes en protestas pacíficas. El 23 de enero, la policía detuvo a cuatro residentes de la localidad de Xang (provincia de Xieng Khouang) que participaban en una protesta pacífica contra la inscripción de una empresa de procesamiento de madera como propietaria legal de un terreno en el registro de la propiedad. La población del lugar, que reclamaba el reconocimiento del terreno como propiedad comunal, se oponía. Más tarde, la policía detuvo a dos mujeres que fueron a visitar a los detenidos.
El 28 de agosto, la policía detuvo a dos artistas gráficos por la publicación en Facebook de un vídeo satírico sobre el estado de la vía pública en su localidad, en la provincia de Bokeo. Uno de ellos quedó en libertad sin cargos ese mismo día. El otro fue obligado a asistir a una clase de “reeducación” y a disculparse públicamente, tras lo cual quedó en libertad cinco días después.
Libertad de religión o de creencias
Aunque la Constitución del país garantizaba la libertad de religión, los grupos cristianos no inscritos en el registro siguieron sufriendo persecución. El 4 de febrero, las autoridades del pueblo de Kaleum Vangke (provincia de Savannakhet) destruyeron una casa iglesia y quemaron textos religiosos. Según informes, antes del ataque las autoridades del pueblo habían convocado a las familias cristianas para ordenarles que dejaran de celebrar servicios religiosos.
El 2 de julio, dos hombres no identificados mataron a tiros al pastor cristiano de etnia khmu Thongkham Philavanh en el distrito de Xai (provincia de Oudomxay). La policía dijo que estaba investigando el homicidio, pero al concluir el año no había ninguna información al respecto.
Derecho a la seguridad social
Durante su visita al país, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos se mostró preocupado por la disminución del gasto público en protección social, sanidad, educación y otros servicios sociales. Según el Banco Asiático de Desarrollo, el gasto en protección social representaba sólo un 0,7% del PIB. Quienes trabajaban en el sector informal —el 86,4% de la fuerza laboral— carecían de salvaguardias laborales, como subsidio de desempleo y seguro frente a accidentes laborales y enfermedades profesionales.
Derechos de las personas refugiadas y migrantes
El 13 de abril, la policía detuvo a 17 personas myanmaras en el distrito de Ton Pheung (provincia de Bokeo) y el 3 de mayo las transfirió a Myanmar, donde corrían peligro de sufrir tortura y otras violaciones de derechos humanos. Según informaciones aparecidas en los medios de comunicación, las detenciones se llevaron a cabo a instancias del ejército de Myanmar, que aseguraba que las 17 eran simpatizantes de las Fuerzas Populares de Defensa, grupo armado de oposición. Según otras fuentes, las personas detenidas recaudaban fondos para personas desplazadas por el conflicto de Myanmar.
Trata de personas
En octubre, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer expresó preocupación por que Laos se estuviera “convirtiendo en un país de tránsito y destino para la explotación sexual y la trata de personas”. En la zona económica especial del Triángulo Dorado, en el noroeste de Laos, la trata de persona siguió proliferando sin control en relación con operaciones de ciberestafa dirigidas por grupos transnacionales de delincuencia organizada. La policía laosiana y la china detuvieron y deportaron a cientos de personas de nacionalidad china presuntamente implicadas en estafas. No se tenía constancia de que se hubiera procesado a ningún responsable de trata de personas.
Informes fidedignos apuntaban al constante reclutamiento de mujeres jóvenes por Internet, y su consiguiente trata con fines de explotación sexual con destino a China y a zonas de ocio del Triángulo Dorado, principalmente.